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sábado, 18 de abril de 2015

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GASTROVIDA

Si no puedes con el enemigo, únete a él, dice el refranero. Pues vale. Hecho. Y ahora lo aplico a la horda de feroces enemigos que tengo en el comer: la tortilla de patatas y las tortas de nochebuena de mi madre, las croquetas del puchero de mi suegra, el tiramisú y las pizzas caseras de Pepe, los bollos engollipones a palo seco, los huevos fritos con papas, los sopones en la salsa de las almejas a la marinera, el brazo de gitano de chocolate… y más.
Desde chiquitita mis carnes han tendido a expansionarse a sus anchas, de forma directamente proporcional al hambre constante, y viceversa. De siempre he sido “grandota” (odioso calificativo), y en la adolescencia debía asumirlo con dolor. Y remordimiento. Siempre remordimiento. En COU, mi madre me puso a régimen, harta de escuchar mis lamentos por no ser una canija clónica más. Pero pronto, los lamentos fueron de otra índole: lampaba por los bocatas de tortilla con mayonesa de la cantina del instituto. No caí. Y conseguí perder casi veinte kilos de alegría. Aún no me he recuperado del trauma. Y díganme ahora qué hay más deprimente que un yogur desnatado natural, a media mañana, existiendo las cañas de chocolate.
Mientras estuve distraída, peleándome con las calorías, corriendo sin que me persiguiera nadie, no reparé en que yo siempre sería una “buenacomedora”, y que tanto esfuerzo resultaría ser una batalla perdida. Así que, pasados los años del pavo (relleno), cambié de estrategia: disfrutar, comedidamente, pero darle gusto al paladar.
No seguiré contándoles las batallitas de la transición de niña a mujer, ni las ceremonias iniciáticas en el Body Factory, porque sería muy largo y aburrido. Así que voy al grano (por cierto, odio los granos, sobre todo los de avena, desde el auge de Dukan): todo esto me lleva a una afirmación rotunda (como rotundas mis curvas, ahora que se lleva eso, y si no, miren a la Kardashian): estoy disfrutando de una época dorada. Estoy viviendo mi gastrovida.
Unida a los sabores, fundida con el color, las texturas. Prendada de todos los chefs del mundo, entregándoles mi hambre y mis ganas de vivir, ofreciendo la talla 38 como sacrificio a mis nuevos dioses con mandil, y mandando a tomar viento (o por el váter) la L-Carnitina.
Aprendí qué era el tikka masala, los mochis (de la Robles), maki, niguiri, cerveza Maier, kebab del Bahía Mar, el arroz con pollo de La Gitana, la pizza de La Muela, el pulpo y la zorza de Los Sobrinos del Padre en Santiago, las charinis de Casa Hidalgo, los caramelos de cereza de Maype en Cádiz, las tortillitas de camarones de Balbino, el tocino de cielo de Rufo en Barbate, la sopa Monasterio de Calvillo en El Bosque,…
Mi religión es la Tapatología, y los profetas, los mejores, Monforte y Landi (propongo ruta L´Obeli).
Ahora sé que existir merece la pena si el fin llega en muchas pequeñas muertes con el tartar de atún de La Breña de Ciprian Jordan. Mejor morir de curiosidad con Mauro Barreiro. Y matar por ir a Aponiente, aunque sea una vez. Mientras, las estrellas de mar coronan Vejer, y despierto con Tamara y Jesús en Valvatida.
Soy feliz. Tremendamente. Y créanme, tampoco sufre tanto la cintura (ni el cinturón). Todo es cuestión de dosificarse. Reir. Fluir. Descubrir lugares sabrosos, con amigos. Equilibrio. Perfecto maridaje. Dejarse llevar. Y gastrovivir.
Léelo en DIARIO BAHÍA DE CÁDIZ DIARIO Bahía de Cádiz Rosario Troncoso

lunes, 2 de febrero de 2015

Desde Jerez, con sentimiento. Manuel Sotelino, un periodista auténtico

     Lo mejor para afrontar la vida con alegría y optimismo, es saber rodearse de amigos de los buenos.
Personas interesantes, variopintas, luminosas todas, que elegimos o que nos eligen, de un modo u otro. Nombres que se cruzan en el camino, y se quedan para compartir inquietudes. Y justo eso ha ocurrido.
No recuerdo muy bien cómo llegué a Manuel Sotelino, o de qué forma él, llegó a mí.
    Las redes sociales tuvieron la culpa, quizás. También la común visión que ambos tenemos de la actualidad y la forma de entender la realidad, la información, la comunicación (aunque uno de sus puntos fuertes, el de declararse taurino, no sea precisamente de la devoción de servidora).
Aunque la afinidad, la simpatía y poco después, la mutua admiración y el cariño, 
    Por todo esto me siento tan cómoda colaborando en Jerezanía su medio digital, el periódico digital "con sentimiento" como él mismo lo define. Un lugar digital que es mucho más que eso, donde trasciende la información local de Jerez, y por lo menos a mí, me deja moverme a mis anchas opinando, escribiendo sobre muchos temas, unos más mundanos que otros, pero siempre con total y absoluta libertad. Y eso es una gloria.
    Y he escogido a Manuel Sotelino para volver a El Buen Vivir, para volver a hablar de amigos importantes, de hombres elegantes, precisamente por su versatilidad, por su carácter plural y su talante abierto y respetuoso. 
Vamos a conocerlo. Les invito.

CONOCIENDO A MANUEL SOTELINO

¿Cómo es?
    Este jerezano castizo es pudoroso, cuando se le insta a que se autodefina. Afirma ser una persona que intenta ser honrada consigo misma. Quiere ser, y es, un hombre honesto que mantiene una serie de valores basándose en el sentido común y que en el ámbito social ha ejercido la profesión de periodista durante años. 
    Y es periodista precisamente por ser como es, inquieto, curioso. Pero esta profesión, con sus luces y sombras, deja de interesarle cuando se convierte en un modelo lanar donde la curiosidad por saber ya va previamente escrita en un bloc de notas con los apuntes del director o el redactor jefe del medio para que no se olvide qué es lo que se tiene que preguntar.
   Periodista "de raza", Sotelino cuenta entre sus referentes con nombres como Marino Gómez Santos o Gregorio Corrochano como ejemplos a seguir, y David Gistau o Rubén Amón, a los que hay que leer por el fondo y por la forma, como periodistas actuales que se mantienen al quite de la actualidad.
Pero lo cierto es que en su trayectoria late el aprendizaje de aquellos que considera "currantes natos", como él mismo, con la fuerza necesaria para levantarse cada día, a conquistar una colina.

En primera persona:

Toros sí, ¿por qué? 

   Nuestra sociedad debería dejarse mirar esto de la relación con los animales. Creo que en determinados casos no es un vínculo sano el que existe. Pretendemos darles a los animales una serie de connotaciones humanas que, ciertamente, propicia una traba caótica y desordenada. Estoy convencido de que en el fondo de todo esto existe una estrategia de grandes multinacionales que se dedican a la producción de todo un abanico de productos para mascotas. Sólo hay que ver los pasillos de las grandes superficies dedicado a las animales de compañía y cómo han ido incrementándose con todo tipo de artículos con respeto a otras décadas. Y todo esto para obtener una cuenta de resultados que ha ido multiplicándose con pingües beneficios. Deberíamos de ser más ordenados y ofrecer a los animales el trato correcto, sin sacarlo de quicio ni de sus coordenadas. Además, los toros son cultura. Lorca, Alberti, Welles, Picasso o Hemingway no podían estar equivocados. 

Más allá de los toros: libros, música, cine.

    Libros hay muchos que me marcaron profundamente. ‘Cien años de Soledad’, por poner un ejemplo. La obra de Torrente Ballester me parece genial por su capacidad de aguantar durante más de mil páginas un mismo ritmo y un mismo tono. Y quiero citar un libro taurino que ciertamente también me marcó por lo bien escrito que está y por la historia épica que narra. Se trata de la biografía ‘Juan Belmonte: Matador de toros’, de Manuel Chaves Nogales. Capote, Chandler o Durrel.
    También soy muy melómano y me considero un músico frustrado. Es una pasión en la que me cuesta mucho definirme en una sola respuesta. Entre mis temas favoritos podrían encontrarse cualquiera de Sabina, o Michel Bublé. 
     Si se me pregunta por mi cinefilia particular, el título que me viene a la cabeza es ‘Primera Plana’ de Billy Wilder. Me parece una genialidad, aunque toda su filmografía es magistral. Puedo citar algunas más dispares ya que mis coordenadas abarcan mucho espacio. Al cine sólo le pido que me convenza de todo lo que me cuenta, creer en la historia, en la atmósfera que crea. Si se obra el milagro, me entrego a ellas. Algunos de mis títulos serían ‘Pulp Fiction’, ‘Qué bello es vivir’, ‘To Be or Not to Be’ o ‘La Escopeta Nacional’. Pero por encima de todas,  ‘El Padrino’, sobre todo sus dos primeras partes. Siempre el Padrino. 
 La Abacería La Cruz Vieja(Fotografía de Cosasdecomé

 Tu guiño gastronómico para El Buen Vivir: ¿dónde nos llevas a comer en Jerez?
 
    Jerez es un sitio donde se bebe mejor que se come, por cuestiones obvias. Pero también es posible comer bien en bastantes establecimientos. Habría más lugares, pero por cercanía y por encontrarme como en casa, La Abacería La Cruz Vieja en el corazón del barrio de San Miguel, me parece una muy buena propuesta. Sobre todo para tapear. 

 ¿Y sobre tus proyectos actuales?
   He escrito un diccionario heteróclito sobre la Semana Santa de Jerez. Va a ser el próximo proyecto culminado. También estoy haciendo televisión, un medio que me infundía cierto temor, pero en el que me encuentro cada vez más cómodo. 
    Por supuesto seguiré al frente de Jerezanía, contribuyendo a enriquecer la actualidad local de la ciudad de Jerez, aportando una visión diferente.

    Manuel Sotelino, a pesar de ser taurino y "capillita" (hágase uso del sentido del humor, por favor), es amigo, y un gran periodista, cuya profesionalidad y pasión hacen posible que conquiste sus particulares colinas diarias, tocando el corazón no solo de la gente de Jerez. Él va más allá, aunque no se lo crea del todo. Por eso lo admiro, lo respeto, y se merece un lugar de honor entre mi elenco de "hombres elegantes" que colaboran a esto del buen vivir, ayudan a torear la vida con arte.












miércoles, 29 de octubre de 2014

Próximas citas con El Buen Vivir: EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA EN BARBATE.

Mientras actualizo (y edito fotografías, que soy nueva en estas lides), aquí os dejo unas citas la mar de interesantes.
Salud.
Y a vivir bien.


El día 7, inauguramos.




Para fomentar y celebrar el XXV Aniversario del Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate, tendrá lugar el día 7 de noviembre en la Lonja Vieja la inauguración de la exposición de fotografía “La Breña. 5 sentidos” a las 20.00h. con las fotografías de Ismael Relinque y Mario Blanco.

El reto del proyecto de fotografía “La Breña. 5 sentidos” no es recuperar el Parque, porque nunca ha dejado de existir, sino despertarlo. Los cinco sentidos están presentes en cada rincón del parque, oímos a sus animales, olemos sus plantas, vemos sus paisajes, degustamos sus frutos y tocamos su tierra. El objetivo de este proyecto es trasladar el Parque Natural al espacio expositivo, dotándolo de un ambiente propio de naturaleza, donde no solo las fotografías sean las protagonistas, sino que las plantas y elementos comunes del parque formen un espacio único.

La presentación a cargo de Rosario Troncoso, las lecturas literarias de escritores barbateños junto a proyecciones del Parque de José Callado de producciones Callado y una degustación de vino de la mano de Juan Paquete, serán los que nos acompañen este día.

Horario exposición: de 10.00 – 14.30h y 17.00 – 21.00h. Si desea asistir fin de semana ponerse en contacto a través del email: pandorgaconcaracter@gmail.com (grupo min. 5 personas)

Organiza: Pandorga
Expone: Ismael Relinque y Mario Blanco Benítez
Participa: Ayuntamiento de Barbate y Parque Natural La Breña y Marismas del Barbate
Colabora: El Ático de los Gatos. Revista literaria y cultural.El fontanero del mar Ediciones, Fontaneria Relinque, Bar Paquete y Jose Manuel Soler Callado

viernes, 3 de octubre de 2014

El puesto de especias y herboristería de Carmen Palma: de lo mejor del Mercado de Abastos de Chiclana

Regreso después de un tiempo de "reflexión" y adaptación al nuevo curso. El otoño, la rentrée, los libros de texto, los pies "enguachisnaos" en las sandalias en la primera lluvia de septiembre, y el tiempo de los mamarrachos (sí, las botas con la ropa de verano, o las chanclas con el paraguas). Pero bueno, hoy no hablaremos de estilismos de entretiempo, sino de uno de mis gloriosos descubrimientos del verano.
Habíamos planeado una barbacoa entre amigos. Las viandas para tal fin, han de comprarse en un mercado de abastos, en una plaza de toda la vida, eso lo sabe todo el mundo. Y nosotros, que somos de buen comer y buen beber, lo teníamos claro: había que ir al Mercado de Abastos de Chiclana, del que ya oí hablar, pero al que aún no había podido asomarme.
Ingrid y Engracia.

Y tanto que nos asomamos, sí, con las niñas y todo. Desayunamos de lujo, antes de comenzar nuestro periplo (me encanta el sabor griego de esta palabra) por el nuevo (desde 2009)  y precioso mercado, del que hablaré en diversas ocasiones, ya que la intención es visitarlo a menudo e ir conociendo todos sus rincones para disfrutar de todo lo que ofrece, que no es poco. Volver, volver y volver.
La sorpresa bien preparada estaba en el puesto de las especias.
La más aromática esquina de la plaza. Un rincón de colores, como la diversidad de especias, tés, plantas medicinales y otros placeres para el gusto y el olfato. 
Engracia regenta el puesto de su madre desde hace un año.

La historia del puesto de las especias de Carmen Palma comenzó hace cincuenta años. Llegó a Chiclana desde Aguilar, y trabajó las especias con sus tres hijas, siendo Engracia, la mayor de ellas, la que actualmente regenta el negocio junto a su hija Ingrid.


Este delicioso rincón tiene el sabor de los puestos de mercado de toda la vida, y no le falta "un perejil".
Productos de herboristería de máxima calidad, infusiones de todo tipo, hierbas con propiedades casi mágicas y el toque más exótico de la esencia gastronómica de lugares lejanos como la India, que se sienten y disfrutan en el evocador aroma del Garam Masala, por ejemplo.
Es fácil viajar con el olfato, en un lugar que invita al disfrute. 
A Marruecos con el ras el hannout. A México, con las especias para tacos. A la infancia con el maravilloso Pimentón de la Vera en sus variantes dulces y saladas. En el azafrán en hebras. Canela, orégano, lino, romero, tomillo, comino.

Adobo para pescado. Preparado para guisos tradicionales. Caprichos difíciles de conseguir que allí sí están, como el jengibre natural, las vainas de vainilla, o cualquier deseo para traer por encargo. Allí lo traerán. Y ristras de ajos, para decorar. Y todo lo que se sueñe para inundar de vida la cocina, y todos los recovecos de la casa.

Cúrcuma, semillas de amapola, cilantro, sésamo. Delicatessen de todos los lugares imaginables. Té de todos los sabores. 
Pero sobre todas las cosas, por encima de todos los detalles, está el trato de Engracia e Ingrid hacia sus clientes, sonrisa en rama.

Siempre he necesitado las tiendas de especias, los puestos de ingredientes para conjuros. Y he encontrado, por fin, mi lugar perfecto.
Gracias a mi amiga Mirian Peralta y a David (hijo de Engracia), por llevarme al lugar de las especias de Carmen Palma. El hogar de los sentidos.












Artículo sobre la apertura del nuevo Mercado de Abastos de Chiclana, en La Voz. AQUÍ.
En COSTASUR, AQUÍ.

domingo, 24 de agosto de 2014

Una hermosa terraza con vistas. Alegría en Urban Chic.

He tardado mucho en volver y las causas han sido ajenas a mi voluntad, ya que mi estreno fue apoteósico, en un encuentro solidario que organizaron mis primos Laura y Mario con sus 4x4 Kilómetros Solidarios.
Pero gracias a los hados y mi insistencia, conseguí que fuera Urban Chic el lugar elegido para un reencuentro entre viejas amigas (no amigas viejas, que estamos estupendas).
Y sí. La velada transcurrió tal y como deseábamos, entre confidencias, recuerdos y risas, mientras, otro viejo amigo José Manuel Tubío, Tubi, el anfitrión perfecto, nos agasajaba con una cuidada selección de las muchas delicias que pueden encontrarse en la carta. 
Payoyo sobre gel de Pedro Ximénez

No tienen cocina. Ni falta que hace. Un sensacional surtido de conservas de primerísimas marcas como Herpac y Ahumados Domínguez, riquísimas variedades de pan, como el exquisito de semillas, chacinas de primera y mucha imaginación, son los brillantes ingredientes que invitan a disfrutar de un ratito elegantón, agradable y veraniego.

El clima acompañó. El viento cesó y llegó la brisa (aunque el levantito pasa de largo por allí, según me dicen). Y enfrente, el Paseo Marítimo de Cádiz exultante, y lleno, muy lleno, como antaño.

La emoción del momento, el compartir mucho, después de tanto tiempo. El buen ambiente circundante. La temperatura perfecta. Y ¡ay!, el vino,..

Como ya sabe Tubi, servidora no es cervecera, a pesar de que es precisamente la cerveza la verdadera estrella aquí. Y por cierto, podría ser Urban Chic, los primeros en Cádiz en cerveceo de bodega, firme candidato a ser el templo de la cerveza en la ciudad, compitiendo con otros locales quizás menos preparados, o con menos fuerza.

Aunque a mí se me antoja que todo va por el buen camino y que estamos ante un lugar que podría convertirse en un referente como El Barril, aquella cervecería mítica (con patatas fritas) que ocupaba lo que hoy es el Macdonald´s en Ingeniero La Cierva, y de la que conservo apenas un nebuloso y vago recuerdo.

Atún ahumado sobre pan de semillas y cebolla caramelizada
Que peque de sacrílega y que a mí no me guste demasiado la cerveza, de todas formas, no es problema, al contrario, porque hay buenos vinos para elegir. Y es que la bodega de Urban Chic es un lujo, y el ir probando lo mejor, por recomendación, todo un placer.

Y así, confiada y entregada por entero al bebercio sin remilgos, caté primero un vinito suave, pero con carácter, un blanco alemán delicioso, el S.A. PRÜM "SOLITAR", aquí tenéis al buen alemanote, goloso al paladar para mi gusto. Repetiré.

Entre copa y copa, cayeron unas tapitas deliciosas: banderillas de atún y queso, ijada de atún, atún ahumado sobre pan de semillas y cebolla caramelizada, queso payoyo sobre gel de Pedro Ximénez, falso kebab de chicharrones, wrap de salmón, sardinas en vinagre dulce (espectacular), entre otros canapés de auténtico pecado.

Wrap de salmón
Y llegó otro vino. Un magnífico chardonnay de Manuel Manzaneque (DO Finca Elez), galardonado en varias ocasiones por sus blancos, aunque este que Tubi me ofreció, y que está al alcance en Urban Chic, es un vino muy especial, de reconocido prestigio y calidad. Mi curiosidad natural y mis ganas de reconocer un producto de calidad, me llevan a investigar un poco, y ver qué hay detrás de este sabor amarillo y frutal, pero no demasiado, de acidez controlada que amarguea suavemente al final.

Espectacular: sardinas en vinagre dulce.
Después de la primera copa, el flechazo. Tras la segunda, el amor es eterno.

En este enlace de Mundovino podéis encontrar información sobre este caldo albaceteño de lujo.

El postre fue de chocolate, sí, pero no recuerdo con seguridad en qué consistía (los efectos del vino actuaron a idealizar para siempre ese maravilloso brownie con chocolate templado, ¡madre mía!). Solo la calidez, el gusto del cacao en el paladar, el sopor, la felicidad,... y las ganas de volver.

Ganas de volver para degustarlo todo, para participar del entusiasmo, la juventud y la energía de quienes lo regentan, que apuestan fuerte, y se nota.

Y entre las novedades hay mucho de comer (mejor ir y probar cualquier cosa exquisita de la carta), por supuesto, pero sobre todo de beber, con nuevos vinos increíbles como (y que no he probado todavía, no puede ser) los tintos "de autor" con 91 y 90 puntos Parker respectivamente,  el Hacienda López de Haro y El Pícaro.

Banderillas de atún y queso. Ijada de atún. Puro Barbate en el Urban Chic.
También, aquellos que gusten de la experiencia "sangría", encontrarán la artesana y embotellada Lolea, con su atractivo diseño de lunares, en dos variedades, la tradicional sangría de vino tinto, y la clarea, de vino blanco.
Yo me llevé a casa una botella, que ya está de adorno en la vitrina de la cocina, vacía, por supuesto.

La velada fue inolvidable, de las que quedan impresas en la memoria. Son de agradecer aunque sean breves, muchos instantes así en los tiempos que corren.
Y es que eso es Urban Chic, un lugar cercano, abierto a la cultura en todos sus aspectos (acoge periódicamente exposiciones de fotografía y pintura, así como eventos de carácter solidario y de índole diversa). un sitio en Cádiz, que no uno más, para ir todo el año, claro, pero con mucho sabor a verano, con vistas al océano y a la vida.

Con José Manuel Tubío
¿Que si lo recomiendo? Por supuesto.
No habría buen vivir si un toque chic frente al mar, con amigos, en el Urban.





domingo, 17 de agosto de 2014

Juventud y virtuosismo: Alfredo Jaime, violinista

Alfredo Jaime
Este curso pasado (sí, mi tiempo lo mido en cursos por "deformación" profesional) he sufrido algunas pequeñas calamidades personales, pero también he vivido momentos, no tan pequeños, que han conseguido tirar de mí. Sigan leyendo y me comprenderán.
A través de Facebook, una señora se ponía en contacto conmigo para comentarme que su hijo Alfredo tocaba el violín, y que sería genial que el chico me acompañara en algún acto de presentación literaria, para darse a conocer.
Les confieso que al principio no le di importancia y pensé que sería alguien más, de los muchos (sí, no exagero) de los que se ofrecen para "estar en la foto".
Pero no fue así.
En una de las presentaciones de mi editorial, conocí a Alfredo, y a sus padres, Inmaculada Doblado y Carlos Jaime, Música y Directora de Orquesta y Violinista y Director de Orquesta respectivamente, quienes se han convertido en grandes amigos personales.
Al término de la lectura, el chico, con un aplomo insólito para su edad (trece años), y una profesionalidad envidiable, comenzó a tocar. Todos nos quedamos boquiabiertos, atónitos y maravillados ante su virtuosismo.
Alfredo es capaz de emocionar, de poner en pie a todo un auditorio, sin que le pierda la inseguridad, la timidez o el miedo. Si teme, no se le nota.
Y tiró de mí. Fue el mejor regalo, el bálsamo para calmar la apatía.
Él no lo sabe, pero consiguió devolverme la esperanza y la fe en otra juventud distinta, con inquietudes, con ilusión.
Y es que Alfredo es pura sensibilidad, pero también trabajo, disciplina, orden. Y nada de su dura rutina en la música lo aleja de ser un chaval de su edad normal, despierto, con un sentido del humor chispeante y un saber estar que ya quisieran todas las madres del mundo para sus hijos.
La disciplina no le hiere, ya que su vocación es la música, y se ha criado en una familia de artistas, de entusiastas músicos que lo dan todo, y que ambicionan lo mejor y lo máximo para sus hijos.
Entre sus referentes, están, por su puesto, sus padres, claro, pero también grandes músicos y violinistas como Enrico Onofri, Jordi Savall, Nikolaus Harnoncourt y Claudio Abbado. No tiene pieza favorita, sino muchas, demasiadas para intentar hacer una lista completa.
El Renacimiento, el Barroco, el Romanticismo, el Clasicismo,  la música árabe...
La curiosidad de Alfredo no tiene límites, y la voracidad, propia de un chico de trece años, está muy bien enfocada y el mérito está en la gran labor que están realizando sus padres, no solo con él, sino también con su hermana Lucía.
Pero Alfredo es quien se deja guiar, con verdadera pasión por la música, y por el arte en general.
Intérprete de violín, Alfredo también forma parte de la orquesta joven "Renacer de los Afectos" que dirige su padre, Carlos Jaime, a la que dedicaré otra entrada completa en este blog más adelante.
Una servidora de ustedes solo espera poder contar durante mucho tiempo con Alfredo Jaime, para vestir mis poemas, si él quiere.
Y sepan, que esto es solo el comienzo.
Pronto será complicado conseguir que Alfredo Jaime pueda aceptar, mientras selecciona entre multitud de compromisos. Se lo rifarán. Llegará allí donde se proponga. Tiempo al tiempo.
Le vaticino una vida cuajada de éxito, porque es el fruto del talento. Gran éxito, grandísimo talento.
Música, mucha música, y suerte con la práctica del cello aunque no la necesitará, eso es seguro.
Sigan a este chico. Su carrera es ascendente. Es extraordinario.
Ya tiene un lugar de honor en la vida cultural de Cádiz. Pero repito, acaba de comenzar.

Para muestra, un botón:





Lo que más gusta a los buenos vividores