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domingo, 25 de mayo de 2014

¿Quién es Paco Mármol?

Podría responder yo misma a esa preguntar, sin preguntarle.
Paco Mármol es ante todo un buen amigo. Una persona sencilla, normal, pero con un mundo interior y una capacidad artística absolutamente increíbles.
Él ha sido un compañero de proyectos conjuntos, de ilusiones comunes.
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En 2012, se acercó a mí para proponerme maquetar mi revista "El Ático de los Gatos", ya que él consideró en su momento que se trataba de un "gran producto", con una deficiente puesta en escena, con un vestido a la ancheta, sin ser a la medida de lo que contenía. Mi ático se merecía algo más: alta costura.
Y desde 2012, en la número 2 de la revista, hasta la número 4, ahora, en 2014, él ha estado detrás de un proyecto que ha ido creciendo.
Ha trabajado conmigo, mano a mano, en la editorial Dos Mil Locos Editores, poniendo todo de su parte para que mis sueños, los que también han sido suyos, se hicieran realidad.
Ahora, que su "misión" ha concluido, y que a la vista tiene otros proyectos, desde aquí quiero agradecerle en el alma todo lo que me ha entregado, porque sin duda, ha sido mucho, y lo que he aprendido de su trabajo, es impagable.
Aunque la aventura no terminará del todo. Seguiremos trabajando juntos, en alguna que otra locura. Y siempre contaré con él, como él sabe que cuenta conmigo. Siempre.
Aquí lo tenemos, uno de los hombres elegantes de este blog del buen vivir.
Conózcanlo, pues bien vale la pena.

1.- ¿Quién es Paco Mármol? ¿Qué parece Paco Mármol? ¿Dónde y cómo está Paco Mármol?
Tres preguntas en una, todo un reto; procuraré ser certero y responderlas todas. ¿Quién es Paco Mármol? pues, salvando cuestiones personales que poco interesarían a nadie, creo que podría decirse que, básicamente, soy un creativo que procura disfrutar con todo lo que hace. Soy, también -aunque quizás una cosa lleva pareja la otra irremediablemente- un comunicador, que, sin saber muy bien por qué, a veces siente necesidad de contar cosas a los demás. Y para ello elige diferentes canales, según el momento, el tema, lo que tenga que contar, pudiendo decantarse por el diseño gráfico, el dibujo, la música... ¿Qué parece Paco Mármol? ésta quizás sea la pregunta que más trabajo me va a costar responder, porque el parecer algo es una cuestión que depende de los demás más que de ti mismo; tú le pareces algo a alguien, por lo que creo que casi que habría que preguntarle a los demás qué les parece Paco Mármol y oír sus respuestas. Y en cuanto a dónde y cómo está Paco Mármol ahora mismo no sé muy bien qué contestar... espero estar con los pies en la tierra, sin perder de vista las cosas que quiero y que más me importan (mi familia, mis amigos, mi propia creatividad, la trascendencia o repercusión de las decisiones que tomo) y, como decía la canción, confiando en que la vida no me sea indiferente, porque eso debe ser lo más triste que puede pasarle a nadie, que todo cuanto le rodea le traiga sin cuidado (y más aún en estos días, con la que está cayendo); y respecto a cómo estoy, pues te diré que siempre procuro estar en un permanente estado de atención a todo lo que está a mi alcance y que tiene relación con mi trabajo. La formación es un proceso constante, siempre estamos aprendiendo, formándonos y jamás podemos dejar de estar pendientes de las novedades, las tendencias, las corrientes de más actualidad en el mundo de la comunicación y la creatividad, pues si bajas la guardia te quedas en el camino.

2.- Tus motivos para seguir. Tus colores, Tus formas.
Siempre hay que tener motivos para seguir, aunque haya momentos en los que no los veas nada claro. Cuando eres creativo, tienes que crear como una necesidad interior, casi sin ningún motivo. En ocasiones algún amigo me pregunta qué voy a hacer con tal o cual dibujo que acabo de terminar, interesándose por si acabará en alguna exposición o algo parecido, y muchas veces contesto que no lo sé, que ese dibujo, ese diseño, lo he hecho por el mero placer de crear, por el disfrute que proporciona el proceso creativo. La creación -y tú lo sabes como yo- tiene partes de placer y partes de sufrimiento, pero siempre supone una desconexión de muchas circunstancias que te rodean en un momento dado. Cuando me pongo a dibujar, casi que se paraliza todo a mi alrededor, solo estamos la hoja en blanco, el bolígrafo, la música de fondo -siempre- y yo, nada más. Y entre la concentración que requiere el proceso mismo del dibujo se cuelan reflexiones, pensamientos, recuerdos, planes,... que consiguen que ese momento sea único, exclusivo, solo para mí. Además, el mismo desarrollo del dibujo y ver cómo va surgiendo el motivo elegido desde el fondo del papel en blanco es ya un placer en sí mismo y, por tanto, un motivo de sobra para continuar. Siempre digo que el día que deje de disfrutar con lo que hago, recogeré mis bártulos y volveré a casa. Sin placer, no hay motivos.

En cuanto a los colores y las formas, son muy relativas, pues cada proyecto pide algo diferente en función de su propia naturaleza. Reconozco que soy un apasionado del naranja y de las formas geométricas perfectas, principalmente el cuadrado y el círculo, pero, evidentemente, no todo puede ser diseñado o comunicado basándote en ese color y esas formas. Sí que es verdad que no soy partidario de combinar demasiados colores en un mismo proyecto y que prefiero ser parco en ese sentido -menos es más, ya se sabe-, pero también lo es que estoy abierto al uso del color y la forma que cada proyecto pida para que comunique de la manera más eficiente posible.

3.- Referentes. 
Mis referentes son muchos y, sobre todo, muy diversos. Me inspiran y aprendo muchísimo del trabajo de los creativos que tengo más cercanos, como los diseñadores gaditanos Raúl Gómez o Pedro Álvarez, a los que admiro una barbaridad, o del artista plástico José Antonio Chanivet, con el que comparto una gran amistad de muchos años ya. Son gente que están cerca, con los que comparto gustos, opiniones, con los que puedo hablar del propio proceso creativo, consultar dudas incluso... y eso, evidentemente, tiene que influir en lo que yo hago sin más remedio. Al margen de esto, podría dar muchos nombres, unos más conocidos y otros más rebuscados, algunos más antiguos y otros más contemporáneos, pero prefiero confesar que mis referentes los encuentro en todo lo que me rodea, desde el diseño gráfico, las artes plásticas, la música o la moda, hasta la arquitectura, el cine, la televisión, las revistas de tendencias, la publicidad, internet... En alguna ocasión he comentado que lo que distingue el trabajo de un creativo de otro es ese trasfondo que llevas detrás, esa mochila donde acumulas todo aquello que te ha gustado, que te ha llamado la atención en un momento determinado, y que se traspasa a lo que haces cuando te pones a trabajar; las herramientas y las estrategias son las mismas para todos y se adquieren en un proceso formativo que cada cual se hace a su medida, pero ese poso referencial del que hablamos es el que va a hacer que tu trabajo tenga un sello propio, especial, que puede diferenciarlo de los demás y hacerlo claramente reconocible.

4.- ¿Domingos o viernes? ¿Inspiración o disciplina?
 Viernes a partir de las tres de la tarde, sin duda. Aunque no dejo de reconocer el encanto que puede encerrar una soleada mañanita de domingo en primavera. Y en cuanto a inspiración o disciplina, disciplina, por supuesto. Coincido con Picasso en que la inspiración existe, pero que cuando aparece tiene que pillarte trabajando, claro que sí. Es verdad que en nuestro trabajo hay una dosis importante de inspiración, porque muchas veces es la misma naturaleza del tema sobre el que tienes que trabajar la que pone tu mente a funcionar y, casi desde el principio, reconoces las líneas principales sobre las que debe de discurrir todo el proceso creativo, pero todos sabemos que no solo de inspiración vive el creativo. La creatividad se educa, el ojo se educa y hay que trabajar mucho, ver mucho, leer mucho, para entender verdaderamente en qué consiste lo que hacemos cada día. El diseñador y amigo mío Alex Ahumada comentaba en una mesa redonda sobre diseño gráfico que mucha gente se sorprende cuando se da un precio concreto por un trabajo de diseño, por un logotipo, por ejemplo; el problema está en que la gente piensa que el diseño es un producto acabado que se entrega en una fecha pactada, un logotipo en este caso, cuando en realidad el diseño es todo un proceso, largo en muchas ocasiones, que comienza cuando la mente del creativo se pone en marcha, se busca documentación, se realizan pruebas,... hasta que desemboca en ese producto que se había encargado. Desde esa perspectiva, muy acertada, es fácil comprender que no todo puede dejarse en manos de la inspiración.

5.- ¿Eres prosa o poesía?
Soy mucho más de prosa que de poesía. Y, ya puestos, de prosa breve, contundente, de realismo sucio incluso. Cada vez me gustan más las cosas breves -no todo, evidentemente-; si una peli se queda en 90 minutos, mejor que una que dura más de dos horas. No obstante, también puedo ser de poesía, pero de un modo diferente. No suelo leer un libro de poesía de cabo a rabo, sino que prefiero tener libros de poesía por casa y encontrarme "casualmente" con un poema abriendo el libro por una página al azar, consumirlo y dejar el libro donde estaba y seguir con lo que tenía entre manos. De este modo, los poemas que salen a mi encuentro son como píldoras que consiguen zarandear mi acomodada percepción de la realidad que me rodea.

6.- Una canción para crear.
¿Una sola? Imposible. Ni siquiera podría decirte un solo grupo, un solo artista, ni siquiera un solo estilo musical. La música siempre está de fondo en todos mis procesos creativos, siempre, pero el estilo que elijo en cada ocasión depende de muchas circunstancias: de cómo me encuentre de ánimo en esos momentos, de cómo ha ido el día, de si te encuentras enganchado en esos días en un disco de un determinado artista y no puedes dejar de escucharlo... Pero, como digo, la música siempre está presente. Alguna vez he comentado que sustituiría el típico colofón que se coloca al final de un libro o un catálogo, ése que indica "este libro se terminó de imprimir tal día, festividad de tal y cual", por otro que contara la música que ha sonado de fondo mientras se ha estado gestando. Creo que aportaría una información añadida interesante y que daría un matiz diferente a la obra que tienes entre manos; no es lo mismo saber que ese libro que estás leyendo se maquetó mientras sonaba de fondo Win Mertens o Ludovico Einaudi, que saber que lo hizo bajo los acordes del Disintegration de The Cure o cualquier otro disco de The Smiths, por poner un ejemplo.

7.- Tu lugar.
Mmmmm, pregunta complicada otra vez. Me recuerda una fantástica película de Adolfo Aristarain, de 1992, titulada "Un lugar en el mundo". Todos debemos de tener un lugar en el mundo, un lugar en el que, si no estamos, todo sería diferente. Somos piezas en un tablero de ajedrez y cada cual se mueve según las reglas marcadas -no voy a entrar en quién las marca-, pero me gusta pensar que, como he dicho antes, si no estamos donde estamos, el mundo sería diferente, mejor o peor, no lo sé, pero sí diferente. ¿Mi lugar en el mundo?, pues me gustaría pensar que es el de una persona honesta, que camina sin deseos de hacer daño a nadie, que ayudo a la gente que me rodea y que lo necesita, y que, en el terreno creativo, hago aquello que me gusta por puro placer personal, pensando, al mismo tiempo, que si con eso consigo que la vida de los demás sea un poquito mejor, me daré por más que satisfecho.

8.- ¿Proyectos?
Siempre tiene que haber proyectos. Y si no los hay, los inventamos. Personales, para otros, de más o menos calado... No me veo sentándome en el sofá a ver la televisión después del almuerzo y dejar que la vida me pase por encima. Y es cierto que, a veces, sin darte cuenta, te embarcas en historias para las que no estás preparado, que exigen una entrega, una dedicación, un ritmo más alto del que esperabas, pero, bueno, sabes que, de una u otra manera, siempre estarás implicado en alguna historia que te haga disfrutar. Si algo exijo a los proyectos en los que participo es una elevada dosis de placer, disfrutar del viaje, de la creación, del trabajo en equipo hasta que pones sobre la mesa el producto del esfuerzo común; creo que jamás podría estar en una historia en la que no disfrutara.

En cuanto a proyectos concretos, ahora mismo no hay ninguno a la vista. Estoy colaborando con José Alberto López rediseñando y maquetando su revista Cromomagazine, una revista digital que dedica cada número a un color y que combina, en torno a ese color elegido, obras de artistas plásticos con textos variados de diferentes autores. Es un proyecto interesante, en el que colaboré hace tiempo en el número dedicado al color verde, y que, a pesar de su interés intrínseco, necesitaba de un diseño y una maquetación más acorde con lo que es un magacine actual; en esos momentos no tenía tiempo de prestarle el apoyo que necesitaba la publicación y no pude hacerlo, pero ahora sí que he podido hacerlo y ya pueden verse un par de números con la nueva maqueta en

9.- Una inquietud. Un sueño.
La verdad es que no soy muy soñador. En lo personal, ver crecer a mis hijos de la mejor manera posible, y en lo profesional, poder seguir haciendo lo que hago y disfrutándolo como lo disfruto.

10.- Dibuja a bolígrafo el futuro.
Pues no me importaría nada que el futuro se dibujase a bolígrafo, pues es una técnica que me está dando muchas satisfacciones últimamente. Sin embargo, reconozco que soy muy digital, que disfruto mucho trabajando con las herramientas electrónicas que hoy tenemos a nuestro alcance y que, supongo, en ese mismo futuro del que hablamos, serán todavía más potentes. Sin embargo, la herramienta mejor de cualquier creativo no depende de tecnología alguna, ha de estar en su cabeza y en su corazón, pues del alma y la ilusión que ponga en cada uno de sus proyectos dependerá en gran medida la calidad y valía de su trabajo.


martes, 20 de mayo de 2014

SAMUEL, AY SAMUEL.

Una es heterosexual y melómana con pasión y a partes iguales. No lo puedo remediar (ni quiero).
Y lo mismito que me da la felicidad el buen comer, disfruto con la buena música y los hombres bonitos de ver.
Un buen ejemplo, de arte y deleite, es Samuel Tosso
Tiene 24 años. De familia numerosa (el mayor de ocho hermanos), vive en San Fernando  y es un enfermero nuevecito, recién diplomado en la Universidad de Cádiz.
Y no dudo que es, que será siempre, un gran profesional, seguro, pero al ver como se funde con su guitarra, y como sus "quejíos" lo convierten en un artista enorme inundando la estancia, llenando el escenario, emocionando a los que tenemos la suerte de tener cerca su voz, dejan muy claro que Samuel ha nacido para la música. 
No vale escucharlo "enlatado". No sirve comparar su color de voz con la de nadie (sí, recuerda a la de Manuel Carrasco, pero no es ningún problema, ya que nuestro gaditano versiona sus temas maravillosamente bien, a propósito, mejorándolos incluso, y sé que no cometo sacrilegio con esta afirmación). A este músico hay que sentirlo, vivirlo. 
Aquellos que han estado en algunos de sus conciertos, de sus colaboraciones con amigos, de sus actuaciones, saben de qué hablo. 
Y me refiero a Samuel como músico, porque lo es. Pero además muy "Kanalla" (así se llama su grupo musical), porque se lleva sin permiso la emoción, los sentimientos, el alma de todo el que se despista y se entrega a su compás.
Ahí está.
Comenzando, pero caminando, sin prisa, y a buen ritmo. Sin duda llegará donde quiera. 
Ahora les daré mucha envidia: cuento con él en algunas de mis cosas, como en la pasada presentación en El Pelícano de la revista que dirijo, "El ático de los gatos".
También estuvo conmigo en la presentación de mi "Fondo de Armario" en Puerto Real.
Si él está,  mis versos escapan del papel, para acariciarle la cara.
Desde este rincón del comer, del beber, del vivir y del soñar, les invito a que degusten su música,  y a que lo conozcan, porque además de buen artista, es un encanto.
Lo mejor para ti, Samuel.





domingo, 4 de mayo de 2014

Miel de Naranjas

La última tarde de abril tuvo un brillo especial. Lució radiante, como ha de lucir una novia de camino a una de las citas más emocionantes de su vida.
En el precioso Parador Hotel Atlántico, todo listo.
Y los invitados a la cita, puntuales, llenaron la sala. Y el mar mantuvo su elegante distancia con inusitada calma, como queriendo vestir un traje de estreno para la ocasión. 
Tres chicas, Lola, Tamara y Alicia, tres mujeres, en la mesa presidencial. Nervios, emoción, satisfacción y orgullo. Mérito. Trabajo bien hecho.
Dulce Miel de Naranjas. Exquisita.
Una revista llena de sorpresas (y no lo digo porque hayan tenido a bien adornar dos humildes poemas de una servidora con maravillosas fotografías que no me merezco), bien construida, bien diseñada, pura creación.
Una lástima que yo me haya casado ya, hace algunos años, porque las ideas surgen de entre sus inspiradoras páginas.
Sitios donde celebrar el día más especial. Tocados para impactar. Vestidos para soñar. Manjares para gozar. Cádiz y los rincones más evocadores de su provincia.
Detalles, sugerencias, sueños, en definitiva.
Una publicación muy atractiva que rezuma frescura, alegría y luz atlántica, como sus jóvenes y valientes artífices: Tamara Cansino y Lola Morillo.
Enhorabuena.

La revista puede adquirirse en librerías como Quorum. Y merece la pena.





TODAS LAS NOVEDADES EN LA PÁGINA DE FACEBOOK: MIEL DE NARANJAS

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