Páginas

sábado, 9 de agosto de 2014

Atunes en el paraíso I: Casa Rufo


No necesito ninguna razón especial para ir a Barbate.
Siempre vuelo hacia allá, impulsada por la verdadera pasión. Hay quien no me entiende. Y también los hay que me entienden demasiado bien, después de haber estado allí, saboreando, viviendo, y sintiendo, en definitiva.
Latí en su corazón un año entero, a pie de playa, disfrutando del invierno de olas salvajes en la playa de la Yerbabuena, de los paseos por su Mercado de Abastos, de las rutas por el Parque Natural de la Breña, y de su gente, y su forma animosa de ver el mundo y la vida, a pesar de las dificultades.
Los montaditos de sarda o de atún, y los caracoles de Casa Frasquito (lo sé, se merece una entrada, y la haré), el cafelito entre amigos en La Galería. La tertulia en el Café Revuelta (veterano lugar, con ochenta años de buenas experiencias). Los infugintonics de Bakara. Los helados de El Malagueño. Los mojitos del Atarraya. Y La Chanca. La Barbateña. Tres Martínez...
Sería interminable la lista de razones y argumentos para visitar Barbate. Pero, como ya he dicho, ¿quién las necesita? Desde Zahara hasta Los Caños todo es vida.
Pero ahora, dedicaré este espacio a uno de los lugares donde mejor se come de la provincia de Cádiz. Sí. A lo mejor exagero, pero como este blog es muy personal, me apetece hacer una afirmación también muy personal, pero que no falta en absoluto a la verdad, y si no, comprueben ustedes mismos, pásense por allí y opinen.
Me refiero al restaurante Casa Rufo.
Mis visitas suelen ser frecuentes, y casi siempre, con toda la familia. Su situación en pleno Paseo Marítimo de Barbate (peatonal en verano), en la Playa del Carmen, invita a relajarse, sobre todo cuando se llevan niños.
Apenas hace unas semanas acudí de nuevo, y esta vez me decidí a conocer a Rufino Correro Manzanares, dueño de este restaurante fundado en 1983.
La curiosidad es que el emplazamiento, hasta 1995 en que se trasladó a la playa, estaba en el centro del pueblo.
A Rufino le pregunté por la especialidad de la casa, que para mi sorpresa no es el atún, aunque por supuesto también, sino la ensaladilla, cuyo éxito le ha dado también la fama en el lugar.
En Casa Rufo también son famosos los desayunos, y los postres. Doy fe, porque disfruto como una niña con el arroz con leche divino y el espectacular tocino de cielo.
Casa Rufo destaca por muchas cosas, entre ellas la cordialidad del personal, la atención al cliente y el precio nada desorbitado en relación con la calidad.
No es un lugar con "ánimo de lujo", como es El Campero (lugar de referencia en todas las guías gastronómicas). No es un lugar al que haya que acercarse con las expectativas de este tipo sitios de alto nivel, pero sin duda, la altura de este tipo de restaurantes está en hacer que si se busca comida casera, se encuentre, con todo su sabor, y con unos productos de primerísimo orden.
Brocheta de atún, con patatas fritas y verduras. De mis platos favoritos
Pero también, para quien lo desee, hay platos más que dignos, como el atún al caviar de erizo, por ejemplo.
La carta de Casa Rufo es amplísima, y siempre (me consta) hay de todo lo se ofrece. El atún, más que extraordinario: a la plancha, en brocheta, en montaditos, aliñado.
Las huevas a la plancha y fritas. El pulpo a la gallega. Las puntillitas. El lobito (una especie de tiburón) a la plancha. El calamar relleno y mucho más.
Particularmente, me inclino por la brocheta de atún, con guarnición de verduras y patatas fritas (habría que hacer una mención especial a las patatas fritas de Rufo, y de otros muchos lugares donde las miman). El toque de romero sobre el atún, es delicioso.
Eso sí, en Casa Rufo hay que estar pronto, porque si no, las colas para coger una mesa pueden ser un poco desesperantes. Como anécdota, me comenta Rufino que un conocido ministro aguardó su turno, como cualquier vecino. Sería la única pega, además de que solo es posible ir de abril a septiembre.
Ya estoy deseando volver. De momento aquí dejo unas fotografías de primera visita de este verano. Probaré nuevas delicias en la segunda (y también publicaré mi experiencia).
Salud, y atún.

Helena dando buena cuenta del lobito con patatas. Ideal para los niños.

Montaditos de atún

Pulpo a la gallega
Tocino de cielo casero





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo que más gusta a los buenos vividores